Como distinguir a los buenos de los malos consultores y abogados en Franquicias y negocios. (o como evitar caer con los malos)

“LO BUENO NO ES BUENO, CUANDO SE ESPERA ALGO MEJOR”.
                                                                        -Thomas Fuller-
 

Por Eduardo Poblete

Hace varios años, dictando una conferencia en la Cámara de Comercio Internacional, en la Ciudad de Panamá, para la que fui invitado, pronuncié un conjunto de reflexiones que posteriormente constituyeron parte de un artículo cuyo contenido sigue siendo de palpitante actualidad, puesto que se vincula con el contenido del título de esta publicación, sobre todo a través del párrafo central del texto aludido:

 

“(…) …Quien le cobre por alentar su idea, sobre desarrollar o adquirir, (una Franquicia) sobra; quien le haga que su idea cobre sentido para que usted la haga grande y únicamente le cobre por detonarla, (su Franquicia), depende de su selección. (…)”

Por su vigencia, no obstante, el tiempo pasado, la reproduzco literal.

¿Las franquicias son para todos?

 

“En México hay tantas Franquicias nacionales e internacionales, en número, como perfiles de emprendedores que les correspondan, por lo que todo el que se decida a desarrollar o a adquirir una Franquicia, tiene una amplia gama de opciones a su disposición para escoger la que le resulte ad hoc.

1.- Si ya tiene un negocio, puede desarrollarlo en Franquicia.

2.- Si apenas va a invertir en un negocio, puede adquirir una Franquicia.

Los costos en uno u otro caso, son variables y van de menos a más en montos; obviamente cada prospecto emprendedor parte de lo que dispone como capital para invertir.

De antemano prevé que todo negocio requiere de un capital dividido en dos partes: la inversión inicial y el fondo de reserva que amortigua los tiempos anteriores al retorno de esa inversión y del inicio de la ganancia.

Naturalmente que hay Franquicias para todos, siempre que se cuiden aspectos fundamentales consistentes en:

1.- Contratar una asesoría, consultoría, investigación o coaching del negocio a desarrollar o adquirir, estrictamente profesional.

2.- Estar dispuesto a dedicarle tiempo, interés y aplicación a la lectura de la documentación que le genere el consultor contratado, para el desarrollo o adquisición del negocio, que va desde el contrato de servicios hasta los manuales de políticas, procedimientos y procesos relacionados al negocio.

Si usted quiere desarrollar su negocio como Franquicia o adquirir una Franquicia, es porque supo constituir un capital que le permite pensar en incrementarlo y conoce el ABC de la lógica de emprender y ganar, por lo tanto, si el contrato que firmó no le queda claro y los manuales no los puede leer porque tampoco son claros, o no lo guían, ni los entiende, entonces es posible que el despacho o consultor que contrató, según su apreciación, sea muy prestigiado, pero según las necesidades de usted no cubrió las expectativas que esperaba, que fueron que con su idea y el servicio del despacho usted ganara, no que el prestigio del despacho le pudiera hacer ganar.

El salón de la fama este tapizado de papel de Periódico, pero siempre busque que la fama esté enmarcada en principios, ética y honestidad.

“El éxito de una Franquicia, como todo negocio, no está garantizado, pero sí puede blindarse para minimizar sus riesgos.”

La legislación sobre Franquicias, en México, no obstante que este modelo de negocio tiene en el país más de cinco décadas, sigue siendo frágil; entre otras, tres razones la explican:

1.- No existe en los órganos receptores de inscripción de una Franquicia, un referente de método estándar utilizado para constituirla, fuera del Documento de Divulgación de Información sobre el estado que guarda la empresa franquiciante, tambien conocida como “Circular de Oferta de Franquicia” del franquiciante al inversor o franquiciatario; franquiciante que creó su propio método por si o por guía de un consultor.

2.- No existe un Censo de Franquicias cuya inscripción, registre una relación de cuantas se abren al público, en relación a cuantas se cierran por incosteables. En este contexto, un Franquiciante o un Consultor puede ser considerado prestigioso en cuanto al número de Franquicias que desarrolle, sin que públicamente se conozcan cuantas Franquicias se aperturen bajo su guía o consultoría respecto a cuantas fracasen.

3.- No existe responsabilidad sobre solvencia moral o económica de un Franquiciante o Consultor respecto a su obligación sancionable, para casos de actos que puedan tipificarse como transgresores de la buena fe, la confianza, ignorancia o de más graves efectos sobre el patrimonio del inversor, cuando es el caso, salvo lo que resulte de un juicio basado en una legislación imprecisa en materia de Franquicia, en México.

Si partimos de que todo Sistema de Gestión que se implante y desarrolle por un Franquiciante o Consultor debe ser conforme a una Norma de Referencia o Lineamiento Normativo, la Norma o Lineamiento tiene que provenir de una tercera parte independiente que verifique y acredite su cumplimiento. Dado que la Franquicia está íntimamente vinculada a la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, con su contenido de Derechos de Autor y Propiedad Industrial, la tercera parte independiente, debe ser el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, IMPI, que con las reformas y acuerdos correspondientes con organismos nacionales e internacionales dilucide, reconozca e identifique sistematizadamente la calidad profesional de empresas franquiciantes y consultoras, e incluso categorice la certificación, si la hay, de dichas empresas.

No se trata de más estado y menos sociedad, sino de más organización en el sector económico de la sociedad denominado consultoría de negocios en el rubro de las franquicias.

En el derecho al libre comercio, mejor que buenos o malos franquiciantes o consultores, debe haber la catalogación de franquiciantes o consultores más competitivos o menos competitivos.

Definitivamente toda empresa es buena cuando hace mejores a las otras que la imitan.

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